Tomás Eloy Martínez habla sobre el film Trelew

LA NACION sábado 25 de agosto de 2007

REGRESO A TRELEW

Por Tomás Eloy Martínez

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En sus primeros minutos, Trelew relata la solidaridad que poco a poco despertó entre los habitantes comunes de la ciudad cuando los primeros presos políticos llegaron al penal de Rawson y como se crearon amistades imposibles entre los que ya estaban en la ciudad y los familiares que iban llegando de lugares distantes con medicamentos y ropa. Casi en seguida, la película se detiene en los preparativos de una fuga en masa que parecía empresa de locos y que fracasa a última hora por una señal mal comprendida. Es el mejor momento de Trelew. En la narración de Arruti hay un despojamiento visual y un ascetismo expresivo que hace pensar en Un condenado a muerte se escapa, la obra maestra que Robert Bresson dirigió en 1957. Los detalles de los muros, de las escaleras descascaradas, de las celdas sin nadie, tienen una densidad casi metafísica.

La matanza de Trelew, el 22 de agosto de 1972, cambió los vientos de la política argentina y se convirtió en una semilla de odio.

.............La película de Arruti lleva esa duda metafísica más lejos, porque la transforma en culpa. Uno de los responsables de transportar a los fugitivos, Jorge Lewinger, confiesa que interpretó mal las señales que le daban desde el penal, o que las confundió, y que ese error no ha dejado de atormentarlo…………….