Prueba nueva: apareció una entrevista inédita a los sobrevivientes de la Masacre de Trelew

También declaró Mariana Arruti, realizadora de “Trelew”. Godoy, ex jefe de la Armada, le admitió que el 22 de agosto era tema de “alta sensibilidad” para la fuerza. Y un médico de la Base nunca olvidó la agonía de Carlos Astudillo en los calabozos: “Giraba en el piso como las agujas de un reloj”.

Revelaciones. La trastienda que contó Arruti le agregó más color a las historias ocultas de la Masacre del ´72.
Esta mañana el tribunal que juzga la Masacre de Trelew decidirá si acepta incorporar al proceso un material inédito que ayer ofreció la querella: el audio de una entrevista a los tres sobrevivientes del 22 de agosto de 1972, Ricardo Haidar, Alberto Camps y María Antonia Berger. El material –desconocido hasta ahora- iba a ser usado por Fernando “Pino” Solanas para un film que nunca se concretó, basado en la matanza.
El sonidista Jorge Abelardo Kuschnir –que fue parte del grupo “Cine Debate”- conservó ese registro histórico y ante la apertura del juicio se lo ofreció a Eduardo Hualpa, el abogado de las familias de las víctimas de los 19 fusilamientos. La gestión se realizó a través de Alicia Bonet, la viuda de Rubén, que vive en Francia.
Según el querellante, “el audio tiene una calidad extraordinaria”. Y aseguró que Kuschnir ofreció explicar cómo obtuvo esas entrevistas vía videoconferencia. Ante la nueva prueba la defensa de los 5 marinos imputados consideró “imprescindible” que el sonidista declare ante el tribunal en qué momento entregó ese audio. Y anticipó su pedido de que la grabación se perite para verificar que efectivamente sean las voces de Camps, Haidar y Berger.
Otra prueba que se sumará al juicio en el Cine Teatro “José Hernández” de Rawson será una entrevista a Daniel Carreras, el periodista de Canal 3 que cubrió la toma del aeropuerto viejo de Trelew, el 15 de agosto del ´72.
Parte de su relato ya apareció en el documental “Trelew” de la cineasta Mariana Arruti. Pero ayer la realizadora advirtió que gran parte de la nota con Carreras no se incluyó en el film, la conserva en un DVD y contiene datos que pueden servir a la causa, como la persecución que sufrió el cronista por aquel trabajo.

Trelew, “tema sensible”

En su declaración de ayer, Arruti contó anécdotas reveladoras de la producción de su film. Como el día que se entrevistó con el vicealmirante Jorge Godoy, el ex jefe de la Armada Argentina que entonces estaba a cargo de Relaciones Institucionales. “Buscábamos una declaración oficial de los hechos y nos contestó que esa versión había que buscarla en 1972 porque no había otra cosa para decir”. El militar le aseguró que la fuerza ya no tenía relación con Luis Sosa, Emilio Del Real ni Carlos Marandino, los presuntos fusiladores. “También nos dijo que no existía ninguna documentación sobre esa madrugada”. Arruti llegó tarde a la charla y encontró a Godoy “bastante ofuscado” y vestido de gala ya que tenía un acto programado.
“No fue fácil hablar con él y fue un encuentro muy tenso. Tenía mucho apuro y nunca me miró a los ojos. Varias veces repitió que ´Trelew es un tema de alta sensibilidad para la Marina´”. Según la testigo, “sentía que le pedíamos demasiadas cosas y después, con el episodio del espionaje, supimos que habíamos sido observados por nuestro trabajo con la película”. Lo único que Godoy le concedió en la reunión fue filmar la Base Zar desde afuera del alambrado, vigilados por un marino y sin ingresar al sector de calabozos.
Una buena cantidad de familiares siguió el relato desde las butacas. Sosa, Del Real, Rubén Paccagnini y Jorge Bautista la escucharon desde Capital Federal, por videoconferencia.

La agonía de Astudillo

Según la mujer, otra entrevista que quedó en el camino fue con Talavera, el médico que atendió a las víctimas esa madrugada. Arruti lo rastreó en Trelew. Lo halló gracias a que el hijo del testigo es conocido del exdirector de Cultura, Juan Arcuri. “Nos recibió en su casa, charlamos y tuvo una actitud receptiva”. El anciano les contó que llegó a los calabozos de inmediato y vio mucha sangre. “Nos confesó que nunca olvidó la imagen de Carlos Astudillo girando como las agujas de un reloj mientras moría en el pasillo”, reveló la testigo.
Talavera evitó agregar más datos. “Decía que si no habían hablado sus superiores, él tampoco”. Según Arruti, “me quedé con la sensación de que tenía necesidad de contar”. Intentó convencerlo y Talavera le propuso un trato: “Accedía a grabar la entrevista pero a cambio se quedaría con la cinta porque era la única manera en que hablaría. Le dije que no y hoy me arrepiento muchísimo porque pudimos haber accedido a un elemento más, pero nunca imaginé que un día estaría sentada ante el tribunal”. Talavera fue el único miembro de la fuerza al cual accedió. “Fue un encuentro intenso porque claramente había algo para contar que no tenía que ver con lo que sus superiores habían dicho”.
Arruti también recordó al excabo de la Base, Oscar Díaz, que ya declaró en el juicio. “Tuvimos varios encuentros pero de ninguna manera quiso que lo filmáramos”. Aseguró que el hombre “quedó muy afectado por el episodio e iba muy seguido al aeropuerto”.

Todo muy difícil

A la cineasta le llevó 4 años el documental. Describió su búsqueda de archivos disponibles. Y su primer aterrizaje en Trelew, en junio de 2000. “Mi sensación inicial fue que esa historia estaba muy viva en la gente y que había mucho dolor”.
Sin embargo, “prácticamente a todos fue muy difícil convencerlos de hacer una entrevista filmada y varios se negaron. No había problemas para conversar pero no querían exponerse a la cámara. Eso luego se aflojó pero era muy distinto a la apertura de hoy”. Era peor con los exmiembros de la Marina. “Eran de sumo interés para nosotros pero era prácticamente imposible. Encontrar a testigos directos fue muy complicado”.
Antes de despedirse del tribunal, Arruti pidió que los marinos esperen el fallo en la cárcel. “Salvo Marandino están todos en libertad y eso me duele como ciudadana. Ustedes tienen el enorme privilegio de hacer justicia con esta causa histórica y a veces siento que uno tiene más acceso a la equidad si tiene poder, dinero e influencias”. El juez Enrique Guanziroli sólo le agradeció su testimonio. Ella bajó y la felicitó un aplauso.