Un cara a cara con Marandino y un juicio que seguirá hasta setiembre

Detalles del proceso en Rawson.
-¿Cómo está, Marandino?

-Estoy muy bien, señor.

-¿No va a hablar con la prensa?

-Por ahora no, señor.

-¿Está detenido en Trelew?

-Sí señor.

-¿Por qué el martes llegó tarde al juicio? ¿No le avisaron de la audiencia?

-Estuve esperando listo desde las 9, señor. Pero no me pasaban a buscar.

-¿Va a declarar?

-Espero el consejo de mi abogado, señor.

-Cuando quiera hablar, estamos a disposición…

-Muchas gracias, señor.

“Señor” es la palabra que más usó el cabo venido de Entre Ríos, acusado de integrar el grupo que gatilló contra los presos en los calabozos de la Base Zar. Jornada lo encontró solo en una puerta lateral del recinto del juicio, a la espera del patrullero que le hace de taxi. Desconfiado, Marandino no da la mano y mira a los ojos muy de vez en cuando. No evitó el diálogo pero lo convirtió en un intercambio brevísimo, protocolar, como para cumplir y no ofender. No disimuló su incomodidad. Se lo nota avejentado. El chaleco rojo inflable y la boina negra no se las saca ni para dormir. Y es inseparable de sus lentes de sol. Gracias si saluda a su defensor, Marcos González.

Por ahora, gracias a la videconferencia y a la excarcelación, Sosa, Del Real, Paccagnini y Bautista no regresarán a Rawson y seguirán el proceso desde la sede del Consejo de la Magistratura de la Nación, en Capital Federal. Por eso Marandino es el único marino imputado que debe sentarse ante el tribunal. Se hunde en la silla, agacha la cabeza, no habla ni comenta. Parece que duerme. Maradino es el hombre que confesó el fusilamiento y todos esperan su declaración. Marandino es una incógnita.

Hasta el Día del Maestro

El presidente del Tribunal Oral Federal, Enrique Guanziroli, confirmó que el juicio se extenderá al menos hasta el 11 de setiembre. Ese día declarará el forense científico Rodolfo Pregliasco, que peritó las paredes de los calabozos en busca de huellas de balas. Con su presentación habrá una nueva visita judicial a la Base. Estaba previsto que Pregliasco declare el 10 de agosto, pero el TOF prefirió que en esa audiencia se proyecte en el Cine Teatro el documental “Trelew”, de Mariana Arruti.

El tribunal le pedirá a los diarios Clarín y La Nación artículos donde figure el dicho del ex jefe militar del Valle, Ignacio Betti: “Esto es Vietnam y no hay garantías para los periodistas”. Para la querella, esa frase demuestra el clima de desprotección que se respiró en 1972. También se le pedirá al Juzgado Federal de Rawson los amparos y hábeas corpus del período 1969/72. La idea es demostrar la política represiva de la época ya que según se dijo en el juicio, en los archivos locales se guarda documentación incluso vinculada al “Cordobazo”.

Movimientos

Hubo movimientos en las partes: Gerardo Ibáñez, abogado de Jorge Bautista, pidió que los días que esté ausente lo reemplace el dúo Fabián Gabalachis - Gustavo Latorre, que defienden a Rubén Paccagnini. Y Eduardo Hualpa pidió una extensión del poder que le otorgaron familiares de las víctimas, para que Carolina Varsky, la querellante del Centro de Estudios Legales y Sociales, o él mismo, puedan ser reemplazados por otro letrado en caso de fuerza mayor.#

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